Manuel Guerrero Hornero cuenta...
Manuel Guerrero Hornero nos cuenta la histroia de héroes anónimos en los que se pueden ven reflejados miles de jóvenes subsaharianos.
Cuenta cómo y dónde se te ocurrió la idea de escribir tu obra.
La idea de escribir esta novela surgió cuando en el verano de 2014 un familiar estuvo hospitalizado y precisamente ahí, en ese lugar tan proclive al sufrimiento, viendo por tv como cientos de subsaharianos cada día intentan saltar la valla hispano-marroquí, o llegan en cayucos a las costas andaluzas, habiendo dejado sus países de origen para jugarse la vida en una especie de ruleta rusa con una única idea llegar a Europa para tener una oportunidad de salir de la miseria, del hambre, la guerra…
En este momento y en ese lugar empecé a escribir El viaje de Sira como modesto homenaje a esos miles y miles de personas que se juegan la vida por el sueño de la dignidad y la felicidad.
En un principio no tenía demasiadas ganas de publicarlo, sin embargo, desde mi entorno me animaron a ello y finalmente decidí asumir el reto de su publicación.
¿De dónde sacaste la información? Cuéntame cómo fue el proceso de escritura.
El proceso de creación fue muy laborioso, complejo y lleno de dificultades con muchas puertas que se cerraban, no obstante la tozudez y el interés por conocer la realidad contada en primera persona por los protagonista hizo que contactara con: asociaciones, ONG…. que me pusieron en relación con personas que habían realizado la travesía del desierto del Sahara.
Éstas, a pesar del miedo a verbalizar sus sentimientos y a recordar una experiencia traumática, me fueron pormenorizando las dificultades de un viaje arduo y complejo.
También utilicé para completar la documentación: internet, periódicos…..
¿De dónde te vienen las ganas de escribir? 
Creo que todos tenemos capacidad para plasmar nuestros sentimientos, nuestras ideas, experiencias…. la diferencia es que algunos nos lanzamos a escribirlas y publicarlas y otros las guardan en el armario de su alma.
¿Cuánto tiempo te llevó escribir el libro?
El proceso de escribir la novela, como he expuesto con anterioridad, ha sido laborioso y lleno de dificultad.
En este tiempo ha habido momentos de desanimo, he tenido ganas de abandonar.
He empatizado con los personajes de la novela. He gozado narrando los avatares de estos héroes anónimos en los que se pueden ven reflejados miles de jóvenes subsaharianos y finalmente he sentido pena y nostalgia cuando después de veinte meses nos despedimos al concluir nuestro largo viaje.
¿Cómo compaginaste tu vida cotidiana con la escritura del libro?
Dice un proverbio “querer es poder”. Efectivamente si uno quiere encontrará tiempo para dedicárselo a la fascinante aventura de escribir, aunque para ello hay que robarle horas al sueño, a la tv, o a cualquier otro hobby.
¿Cuáles fueron las principales dificultades con las que te encontraste?
El proceso de creación es complejo y con muchas aristas. Una de las mayores dificultades es el miedo de los protagonistas a ponerle voz a sus sentimientos, ya que la dureza del camino les ha dejado marcados.
No podemos olvidar, que una mayoría de ellos, han perdido amigos, han sido estafados por las mafias, vejados, apaleados o deportados a sus países de origen.
Sin embargo, un puñado de ellos fueron capaces de mirarse en su interior y contar entre sollozos las penurias de un larguísimo viaje.
Cuéntame alguna anécdota sobre tu proceso de escritura
Hoy puedo recordarla con cierta “simpatía” por la reacción de mí interlocutora, no obstante, he de decir que fue una situación violenta en la que sentí el rechazo y la xenofobia de unas mujeres que fueron incapaces de respetar a una persona sólo por tener un color de piel distinto al suyo.
Sentadas junto a nuestra mesa, en una céntrica cafetería de Madrid, unas mujeres nos miraban y hacían comentarios maledicentes. Mi compañera, dada la actitud de estas mujeres, se inclinó hacia mí y cogiéndome las manos me besó.
La reacción de las mujeres fue abandonar la cafetería mostrando ostensiblemente su desaprobación...
El viaje de Sira es la lucha de unos jóvenes subsaharianos por llegar a Europa.
Por alcanzar el sueño de entrar en el paraíso.
Creo que todos tenemos capacidad para plasmar nuestros sentimientos, nuestras ideas, experiencias… la diferencia es que algunos nos lanzamos a escribirlas y publicarlas y otros las guardan en el armario de su alma.
