Guillermo Hermida Simil cuenta...
Guillermo Hermida Simil, una noche con amigos le dió la idea de su libro.
Cuenta cómo y dónde se te ocurrió la idea de escribir tu obra.
La idea se me ocurrió durante una cena de amigos.
Cuando empezamos a contar las anécdotas de nuestras propias vidas uno de mis compañeros dijo la frase tan conocida de: ¡todas las mujeres son iguales!, cuando todos coincidíamos en las mismas vivencias.
Entre risas y chascarrillos surgió la idea de escribir un libro así que me animé a hacerlo.
¿De dónde sacaste la información? Cuéntame cómo fue el proceso de escritura.
Antes de iniciar la escritura del libro, tuve que documentarme sobre los lugares donde iba a transcurrir la novela: Santiago de Compostela, Madrid, Dublín etc.
El contenido de la misma lo tenía más o menos claro ya que cuando salí de la cena estuve dándole vueltas a este tema y cuando llegué a mi casa tenía el esquema en mi cabeza.
Durante varias semanas me dediqué a ordenar mis ideas, el hilo argumental y definir cada personaje.
Además, dado que los nombres de los personajes tienen un significado en si mismo estuve buscando el más adecuado a cada uno durante varios días.
Aunque este trabajo fue laborioso, tenía claro que quería que esta novela viera la luz.
¿De dónde te viene las ganas de escribir?
Las ganas de escribir me vienen de muy pequeño.
Cuando tenía catorce años hice mis primeros pinitos en mi tierra natal, Galicia, presentándome a varios concursos en el colegio en los que terminé finalista.
Para mi escribir es como entrar en un mundo en lo que todo es posible, en el que las reglas las marca uno mismo y donde todo se convierte en realidad solo con imaginarlo.
¿Cuánto tiempo te llevo escribir el libro?
El primer borrador tardé unos diez meses en escribirlo aunque posteriormente hice retoques en algunas partes tras pasárselo a algunos amigos. En total fueron unos doce meses de trabajo.
¿Cómo compaginaste tu vida cotidiana con la escritura del libro?
Uf, eso fue muy difícil. Escribía por las noches, cuando mi mujer y mi hijo se iban a dormir y permanecía escribiendo hasta las cuatro o cinco de la mañana.
Luego a las siete me iba a trabajar por lo que supuso un esfuerzo importante.
Era consciente de que no podía reducir el tiempo que dedicaba a mi familia por escribir.
¿Cuáles fueron las principales dificultades con los que te encontraste?
Una de las principales dificultades fue escribir el primer capítulo. Tenía que poner en antecedentes al lector pero no podía hacer que ese capítulo fuese muy pesado.
Tenía claro que si no enganchaba al lector en las primeras páginas no seguiría leyendo y lo perdería.
Cuéntame alguna anécdota sobre tu proceso de escritura.
Algo que siempre cuento y que la gente no se cree, es que mi mujer fue la primera persona que leyó mi libro.
Ella hizo muchas sugerencias al texto y a los personajes que me ayudaron a conformar cada uno de ellos. Muchas noches la despertaba a las dos o tres de la mañana para que leyese un capítulo que acababa de terminar y me dijese que le parecía. Ella solía hacerlo aunque por dentro se estuviera acordando de toda mi familia!!
Otra anécdota fue que cuando terminé la novela, le dejamos una copia a una amiga común, sin decirle quien era el autor. Cuando la terminó, le comentó a mi mujer que le había gustado a lo que mi mujer le contestó que ella conocía al autor y que si quería se lo presentaba.
Así que un día nos presentamos en una cafetería y cuando le dijimos que yo era el autor se echó a reír ya que no se lo creía.
Para mi escribir es como entrar en un mundo en lo que todo es posible, en el que las reglas las marca uno mismo y donde todo se convierte en realidad solo con imaginarlo.
La vida es un libro en el que todos escribimos nuestra historia, y cada una es diferente aunque las páginas sean iguales.