Andrés Quintero López-Brea cuenta...
Cuenta cómo y dónde se te ocurrió la idea de escribir tu obra.
Mi libro es un tanto especial pues tal y como explico en la contraportada del mismo es el resultado de compilar una serie de artículos independientes que, tratando sobre temas distintos, tienen un denominador común: expresar mi opinión sobre distintos aspectos de mi entorno vital, como son la política, la economía, la familia y la sociedad. Estos artículos fueron escritos y publicados a lo largo de cinco años pero eso no obsta a que reflejen aspectos de contundente actualidad. Por ello, con la publicación de este libro quería intentar de nuevo que mis aportaciones llegaran al público que lo tuviera en sus manos.
¿De dónde sacaste la información? Cuéntame cómo fue el proceso de escritura.
Los años vividos son una fuente inagotable de información, un manantial seguro y fiable. Si a esto unes la experiencia de trabajos variopintos en donde el contacto con la gente es la base de los mismos, tendremos un buen guiso. Investigar no, pero estar muy pendiente de noticias de prensa y de consejos de ministros semanales, sí fue muy necesario para escribir sobre muchos de los temas que toco en el libro.
¿De dónde te vienen las ganas de escribir?
Escribir es comunicar, es transmitir. Soy maestro de primera enseñanza y aunque nunca estuve al mando de una escuela al uso, he dado muchas clases. Escribiendo se enseña mucho y no podía perder la oportunidad que da la publicación de un libro.
¿Cuánto tiempo te llevó escribir el libro?
Cuando tengo la idea de publicar el libro, el texto ya está escrito. Cinco años de constante inquietud por seguir la actividad política y económica del país, por escoger temas de interés general en el ámbito familiar y social entre tanta oferta… Cuando decido su publicación conjunta en un libro, la tarea se reduce a darle formato adecuado al fin propuesto: ponerlo en manos de la imprenta.
¿Cómo compaginaste tu vida cotidiana con la escritura del libro?
Escribir durante cinco años fue una de las muchas actividades con las que llenaba mi tiempo de jubilado. No era necesario compaginar con trabajo alguno. Constituía la esencia de mi “trabajo”.
¿Cuáles fueron las principales dificultades con las que te encontraste?
Realmente no las hubo. Cuando se escribe sobre lo que a uno le gusta, sobre lo que estima que es de interés general, que es transmisible… las ideas surgen de inmediato, solo hay que darles forma. En cualquier caso, en general, mi forma de actuar, de comunicar, es ponerme siempre en lugar del escuchante, del lector, hacerle fácil la comprensión de lo que le quiero decir.
¿Tenias un sitio especial para escribir?
En mis diversas actividades laborales donde más cómodo me he encontrado siempre ha sido, y sigue siéndolo, donde haya una mesa y una silla. Eso sí, lejos del mundanal ruido…
> Cuéntame alguna anécdota sobre tu proceso de escritura
El primer artículo con el que te topas abriendo el libro por primera vez se titula: Guía práctica para morir tranquilo”. Con eso está dicho todo…
Por último ¿Qué quieres decirle a tus lectores?
Creo, sin ninguna duda, que encontrarán interesante zambullirse en las páginas del libro. Pocos artículos les desanimarán en el propósito de avanzar en su lectura, porque raro será que no vean reflejado en ellos lo que piensan sobre el tema tratado.
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